Ahora, la Santa Iglesia Católica celebra un evento especial, cuando El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros. Este misterio revela el Amor Infinito de Dios por nosotros, pues tanto nos amo que dio a Su único Hijo para que tengamos vida eterna (Juan 3:16). El misterio no solamente revela el Gran Amor de Dios sino también el misterio de la Inmaculada Concepción de María.
Desde el principio, Dios tenía a María en Su Sagrado Corazón, sabiendo que ella sera Su Santa Madre. Esto lo notamos en Génesis 3:15 cuando El Señor dice a la serpiente:
"Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el calcañar"
Aquí, El Señor habla sobre La Crucifixión de Cristo Señor y Dios. Cristo aplastó la cabeza de la serpiente original por su Muerte y Resurrección. Por la Preciosisima Sangre y la Santa Cruz, fuimos redimidos. Eramos esclavos del pecado y la muerte, pero ya Cristo compro nuestra salvación con Su Sangre. Por esto, el enemigo odia a la Mujer, quien dio luz a un Hijo que reinara (Revelación 12). También consideremos las palabras del profeta Isaías:
"He aquí que una virgen está encinta y va a dar a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel"(Is.7,14).
Cuando fue tiempo para que Dios bajara de su Trono en lo mas alto, hizo a la Virgen María. La hizo especial, pues ella iba ser la Madre de Dios. En ella, el Rey de reyes y Señor de señores tomo su morada. Recordemos que respecto debían de tener los judíos al entrar al templo. El Señor comunicó que los sacerdotes tenían que estar descalzos en el templo. El Arca de la Alianza, que contenía la palabra de Dios, también exigía respecto. Recordemos cuando un hombre, al ayudar a llevar el Arca en tiempos de el Rey David, toco por accidente el Arca y murió. Ahora pues, si el Templo, donde el Señor estaba presente era santo, como a de ser la Virgen, quien llevo a Dios hecho carne en su seno. Ahora pues, si el Arca era tan santo que morían los que lo tocaban, que santa a de ser la Virgen, quien llevo al Verbo hecho carne en su seno. Tomemos todo esto en consideración cuando decimos que el Señor hizo la Virgen María Inmaculada para tomar su morada en ella. Dios es Santo. ¿Como puede el Todopoderoso y Todosanto vivir en una criatura impura y pecadora? ¡Es imposible! Quien niegue la Inmaculada Concepción esta cometiendo una blasfemia contra Dios.
"A los seis meses, Dios envió al ángel Gabriel a Nazaret, pueblo de Galilea, a visitar a una joven virgen comprometida para casarse con un hombre que se llamaba José, descendiente de David. La virgen se llamaba María." (Lucas 1:26-27).
Gabriel, bendito seas por que tuviste una misión importante para nuestra salvación! Cuando Gabriel el Arcángel entro a la casa de la Inmaculada, se arrodillo ante su Reina y exclamó "Salve! Llena de gracia. El Señor esta contigo." María, la mas humilde, se asustó, pues su humildad no la dejaba entender este saludo de honor. El ángel notó esto y dice " No tengas miedo, María; Dios te ha concedido su favor. Quedarás encinta y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Él será un gran hombre, y lo llamarán Hijo del Altísimo. Dios el Señor le dará el trono de su padre David, y reinará sobre el pueblo de Jacob para siempre. Su reinado no tendrá fin." La Virgen, confundida, le dijo, "¿Como es posible, si no conozco a un hombre?" Y el ángel, sabiendo de su pureza, dice, " El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que al santo niño que va a nacer lo llamarán Hijo de Dios. También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. Porque para Dios no hay nada imposible." Después, se queda un momento de silencio. Todo el cielo espera para oír la respuesta de María. El ángel espera, admirando a su Reina. Luego, después de un rato, la Madre de Dios, influenciada por su humildad, responde "He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra." Con este "sí" desciende el Autor de Vida, el Espíritu Santo sobre ella y concibe al Rey Supremo. Gabriel se queda, adorando a su Dios concebido en el seno de la Virgen y luego se va, dejando a María. Tomemos el ejemplo de Gabriel, y saludemos a la Reina del Cielo diciendo, "¡Dios te salve María! Llena eres de gracia, el Señor esta contigo," pues esta salutación le llena el Corazón de la Virgen Santísima de alegría. Tomemos el ejemplo de la Santísima Virgen cuando dice "He aquí la esclava del Señor. Hágase en mí según tu palabra." También, con mí Reina y Madre, yo digo "He aquí tu esclavo Señor. Hágase en mí Tu palabra."
El Angelus
V. El ángel del Señor anunció a María
R. Y ella concibió del Espíritu Santo
Ave María, etc.
V. He aquí la esclava del Señor
R. Hágase en mí según tu palabra
Ave María, etc.
V. Y el Verbo se hizo carne
R. Y habitó entre nosotros
Ave María, etc.
V. Ruega por nosotros Santa Madre de Dios
R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Jesucristo.
Oremos.
Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas, para que los que por el anuncio del Ángel hemos conocido la Encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y su Cruz seamos llevados a la gloria de la Resurrección. El el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.